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El dinosaurio de Ta Prohm | Camboya



MIles de turistas llegan a Camboya cada año con el único propósito de visitar los templos de Angkor. Esta impresionante serie de templos, tallados en la selva en los siglos XII y XIII por los jemeres devarāja, o reyes dioses, es todavía el grupo más grande de complejos religiosos jamás creado. Sin embargo, la mayoría de los visitantes se pierden uno de sus misterios más intrigantes.




En Ta Prohm, cerca de Angkor Guat, y construido por el épico rey constructor Jayavarman VII a finales del 1100, un pequeño tallado en una pared de un templo que se desmorona parece mostrar un dinosaurio - un estegosaurio, para ser exactos. El tallado a mano se puede encontrar en un rincón tranquilo del complejo, un templo de piedra envuelto en vegetación selvática donde las raíces de los centenarios árboles banyanos serpentean a través de paredes rotas.

Imagen: lue.tengu/flickr

Después de que parte de la pelicula Tomb Raider fueran tomadas aquí, el templo recibió un ascenso en popularidad y se ha convertido en uno de los mejores lugares turísticos del lugar. Sin embargo, muchos de los paquetes turísticos todavía inician y terminan sin ver la enigmática talla de dinosaurio.

Se han propuesto varias teorías diferentes para explicar su presencia. Algunos sostienen que es un engaño recientemente esculpido, mientras que otros dicen que los antiguos jemeres podrían haber descubierto un fósil y averiguaron a qué tipo de criatura pertenecía. Una teoría dice que la imagen realmente muestra una vaca o un rinoceronte con una palmera en el fondo, las hojas de la palma se confundirian fácilmente con las crestas parecidas a aletas que corren por la espalda de un estegosaurio.

Imagen: Tee La Rosa/flickr

O tal vez el tallado es evidencia de que los dinosaurios realmente sobrevivieron hasta mucho más tarde de lo que se pensaba. Tal vez aquí, en las antiguas y húmedas selvas del sudeste asiático, donde el clima ha permanecido prácticamente inalterado desde los días de los dinosaurios, los reptiles gigantes vivían en la era humana, el tiempo suficiente para persistir en la memoria folklórica jemer. Si sólo estas paredes pudieran hablar, podríamos tener una pista.

Imagen: Eva Funderburgh/flickr

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