Valle de Cocora: El valle de las palmas que llegan al cielo
Las palmas de cera es el árbol nacional de Colombia y son las palmas más altas del mundo. Estas palmeras crecen exclusivamente en el valle de gran altitud de Cocora en el departamento de Quindío, en el noroeste de Colombia, en grandes agrupaciones que contienen cientos de árboles. El Valle de Cocora se encuentra en la parte alta del río Quindío, el principal río del departamento del Quindío, a una altitud entre 1.800 y 2.400 metros. El valle es también la entrada al Parque Nacional Los Nevados, que cubre unos 4 departamentos de Colombia y tiene más de 60.000 kilómetros cuadrados de tamaño. La elevada altitud significa que el valle está a menudo cubierto de nubes. Las altas palmeras que sobresalen a través de la nube que envuelven el valle ofrece una visión que es a la vez surrealista y notable.
Las palmas de cera crecen hasta 50 metros y puede vivir hasta 120 años. Las hojas son de color verde y de color grisáceo oscuro, el tronco es cilíndrico, liso, de color claro y cubierto de cera. La cera se utilizó para hacer jabón y velas, hasta que se introdujo la electricidad. La parte exterior del tronco de la palma se ha utilizado a nivel local para la construcción de viviendas, y se utiliza para construir los sistemas de abastecimiento de agua para los agricultores pobres. El fruto sirve como alimento para el ganado y los cerdos.
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Imagen: nationalgeographic.com
Durante siglos, los fieles cristianos han utilizado las hojas de la palmas de cera para celebrar el Domingo de Ramos, agitando las elegantes ramas de cera en la celebración de la entrada triunfal de Cristo en Jerusalén. La explotación de los pueblos indígenas redujo drásticamente el número de palmas de cera, lo que llevó al gobierno colombiano a empezar a ofrecer protección a los árboles restantes. En 1985, un edicto patrocinado tanto por la Iglesia Católica y el gobierno, no permite el corte de la fronda de las palmas de cera bajo amenaza de sanción. Los árboles siguen siendo preservar en el valle de Cocora, donde pueden ser vistos y tocados.
Imagen: Paula Funnell
Imagen: Alex Schwab
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