Las minas de zafiro de Ilakaka | Madagascar
Ilakaka es una pequeña ciudad en el suroeste de Madagascar, a lo largo de la Ruta Nacional 7, la carretera principal que une la capital del país, Antananarivo, con el puerto de Toliara. Hace veinte años, Ilakaka prácticamente no existía, con apenas 40 habitantes. En menos de diez años, su población se elevó a 60.000, ya que personas de todas partes de Madagascar comenzaron a llegar al lugar en busca de zafiros.
El zafiro fue descubierto en el sur de Madagascar a finales de 1990. Hasta entonces, Ilakaka era poco más que una parada de camiones con un pequeño grupo de chozas y unas cuantas docenas de residentes. Cuando la noticia del descubrimiento de zafiro se llevó a cabo, Ilakaka se lleno de decenas de miles de habitantes, quienes convirtieron una tranquila aldea en la capital del zafiro en el mundo, suministrando casi el 50% del total de los zafiros del planeta.
A pesar del auge económico, Ilakaka nunca se desarrolló más allá de un barrio pobre en el que las familias sin recursos vivían en pequeñas casas de madera. La mayoría de los trabajadores llegaban al pueblo con la intención de hacerse ricos y posteriormente regresar a sus lugares de origen, aunque finalmente no fue así. Los trabajadores malgaches acabaron siendo explotados por tailandeses y comerciantes de Sri Lanka. Actualmente existe un gran número de minera ilegales que operan en Ilakaka y que contrabandean grandes cantidades de joyas fuera del país. Hay poca leyes que se cumplan, a pesar de la presencia de una fuerza policial.
En los últimos años, Ilakaka ha caído en tiempos difíciles, ya que todos los campos de zafiro han sido prácticamente limpiados, y los mineros que han quedado, tienen que trabajar a menudo en profundos agujeros, bajando a grandes profundidades y jugándose la vida cada día.