La tumba de Cristo | Japón
En el norte de Japón, en un lugar conocido por los campos de arroz en terrazas y huertos de manzanas, se encuentra el pequeño pueblo de Shingo, el cual cuenta con un curioso atractivo. Existe un pequeño montículo de tierra, en medio de un bosque de bambú, rodeado por una corta cerca blanca y marcado con una gran cruz de madera. Bajo el montón de tierra, al parecer, se encuentran los restos de Jesús de Nazaret.
De acuerdo con el extraño folclore, Jesús no murió en la cruz del Calvario; sino que fue su hermano menor, Isukiri. Jesús logró escapar de la crucifixión, conmutándose con su hermano, mientras que el verdadero hijo de Dios huyó a través de Siberia hasta la prefectura de Aomori, en el extremo norte de Japón, donde se convirtió en un productor de arroz, casado, con una familia y que, finalmente, murió de longevidad con 106 años. Hay incluso una familia en el pueblo que afirma ser descendiente directo de Cristo.
Imagen superior: era46/Flickr:
Imagen: Mike Raybourne
Pero hay más en la historia. Según la leyenda local, Cristo visitó Japón por primera vez a la edad de 21 años para estudiar teología. Se quedó en Japón durante 12 años aprendiendo la lengua materna y la cultura antes de regresar a Jerusalén a la edad de 33 años para predicar.
La fuente de esta historia descabellada se encuentra en los llamados “Documentos Takenouchi”, supuestamente descubiertos en la década de 1930 y los cuales detallan la vida y muerte de Jesús, incluyendo aquellos “años perdidos” que no se describen en el Nuevo Testamento. La ausencia de períodos de la vida temprana de Jesús han dado lugar a varias especulaciones. ¿Estuvo Jesús en Gran Bretaña? ¿Visitó Cachemira en la India? De acuerdo con los “Documentos de Takenouchi”, Jesús no solo estuvo en Japón, sino que murió allí.
Los lugareños celebrando su "Festival de Cristo" que se realiza cada 2 de junio. Imagen: japanbullet.com
La teoría fue perpetrada por un sacerdote sintoísta, Kyomaro Takeuchi, quien afirmó haber descubierto los documentos, escritos en hebreo, en su biblioteca familiar. Los documentos originales han desaparecido, pero una traducción al japonés e inglés de estos misteriosos manuscritos están disponibles.
Aunque los estudiosos han descartado la teoría y los documentos son ampliamente considerados un engaño, los expertos señalan en la lingüística varias similitudes entre el idioma japonés y hebreo antiguo. Por ejemplo, el nombre de la aldea era previamente Herai, lo que algunos dicen que se deriva de la palabra Hebrai, lo que significa “hebreo” en japonés.
Una copia de la "Voluntad de Cristo" en un museo en Shingo. Imagen:
Los locales también mantienen algunas tradiciones similares, como amparar a los bebés en cestos de mimbre, y marcar a los recién nacidos con una cruz en la frente. Este símbolo no tiene ningún significado ni en el budismo ni en el sintoísmo, las dos religiones más importantes de Japón. La cruz es también confusa, porque si Jesús no fue crucificado, ¿qué significa la cruz en este rincón de Japón?
En realidad, hay dos tumbas en Shingo. Una de ellas contiene el cuerpo de Jesús y la otra contiene únicamente un oído del hermano menor de Cristo, Isukiri, quien tomó su lugar en la cruz. Delante de las tumbas hay una cesta de monedas en la que los peregrinos hacen aportaciones en agradecimiento a las oraciones contestadas.
Algunos investigadores creen que las tumbas en realidad tienen los cuerpos de misioneros del siglo XVI.
Incluso Junichiro Sawaguchi, el miembro mayor de la familia Shingo, considerados como descendientes directos de Cristo, no cree verdaderamente en la leyenda. Cuando una vez fue preguntado por un medio de comunicación, él simplemente se encogió de hombros.
Imagen: desconocido
Imagen: desconocido
Imagen: jasohill/flickr