Las carreteras melódicas | Japón
Un ingeniero japonés llamado Shizuo Shinoda, estaba trabajando con una excavadora cuando raspó accidentalmente algunas marcas en una carretera con la pala de la máquina. Más tarde, cuando pasó por encima de las marcas, se dio cuenta de que la vibración producida en su coche podía ser escuchada como una melodía. A raíz de esto, en 2007, un equipo de ingenieros del Instituto de Investigación Industrial de Hokkaido, construyó una serie de “carreteras musicales” en Japón.
Estas carreteras tienen marcas cortadas a intervalos muy específicos a lo largo de la superficie de la carretera. Dependiendo de cuán anchos sean los surcos y qué tan profundos sean, un auto en movimiento sobre ellos producirá una serie de notas altas o bajas, lo que permite a los diseñadores poder crear distintas melodías.
Hay cuatro “carreteras melódicas” en Japón, uno en Hokkaido, otro Wakayama, uno más en Shizuoka y uno última en Gunma. Todos ellos juegan con diferentes melodías. Se extienden entre 175 y 250 metros, y se tallan con miles de marcas.
Aparte de carteles a los bordes de las carreteras, las calles están pintadas con notas musicales de colores en la superficie para avisar a los conductores que se adentran en un interludio musical.
Las marcas están hechas en los extremos de la carretera, cerca de la acera, y no en el centro, por lo que los conductores tienen la opción de ir sobre ellas o evitarlas. Con el fin de escuchar las melodías, se necesita mantener las ventanillas del auto bajadas y conducir a no más de 30 kilómetros por hora, manteniendo al menos una rueda sobre las marcas. Si se conduce demasiado rápido, sonará como una cinta en avance rápido, y si se conduce demasiado lento, tendrá el efecto contrario.