La abandonada ciudad minera de Kennicott | Estados Unidos
El antiguo pueblo minero de Kennicott, en el estado de Alaska, está situado en las laderas del sur de las montañas de Wrangell, cerca del glaciar de Kennicott, a unos 8 kilómetros de la pequeña ciudad de McCarthy. Mientras McCarthy tiene una población durante todo el año de alrededor de dos docenas de personas, Kennicott está totalmente desierta.
Esta ciudad minera fue fundada en la década de 1900, después de que un grupo de inversores descubrieran depósitos muy ricos de mineral de cobre en las montañas. Un ferrocarril fue construido con prontitud para transportar el mineral desde las minas al puerto más cercano, en Córdoba, y la empresa minera de la ciudad de Kennicott (Kennicott Mining Town) fue fundada oficialmente en 1911. Su nombre es en realidad un error ortográfico derivado de la Kennecott Copper Corporation.
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Kennicott era una ciudad típica dedicada a la minería. La mayoría de los mineros vivían allí en hogares pagados por la empresa y todo giraba en torno a las operaciones mineras. A los mineros no se les permitía traer a sus familias y tampoco podían beber alcohol ni tener vicio alguno. Con una larga lista de restricciones, una nueva ciudad rápidamente se levantó, en la que los mineros podían disfrutar del vino y las mujeres. Esta nueva ciudad se llamó McCarthy. Tenía salones, restaurantes, hoteles, salas de billar, tiendas y una zona próspera de prostitución.
De 1911 a 1938, se facturaron cerca de 200 millones de dólares en torno al cobre. En su auge, aproximadamente 300 personas trabajaban en la mina. Después de 27 años de trabajos, la mina y en el ferrocarril dejaron de funcionar. Cuando la Kennecott Copper Corporation abandonó la ciudad en 1938, dejaron atrás casi todo su equipo (edificios y pertenencias personales).
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A finales de 1960, se hizo un intento para reanudar la operación minera, pero el alto coste del transporte hizo la idea poco rentable. Casi al mismo tiempo, la empresa con derechos a la tierra ordenó la destrucción de la ciudad para librarse de responsabilidades por posibles accidentes. Muchas antiguas estructuras fueron destruidas, pero el trabajo nunca se terminó, y la gran parte de la ciudad quedó en pie.
El turismo en la zona comenzó a desarrollarse en la década de 1970 y por los años 80, cuando Kennicott se convirtió en una popular atracción turística. En 1.986, la ciudad fue designada como lugar histórico nacional, y el Servicio Nacional de Parques rehabilitó muchos de los edificios para que pudiesen ser visitados.
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