El cañón y la campana, los zares del Kremlin | Rusia
Los cañones y las campanas siempre han tenido una relación especial. Están hechos de los mismos metales y, a menudo, en la misma fábrica. A lo largo de la historia, las campanas se han fundido para hacer cañones en tiempos de guerra, de la misma manera que los cañones se han fundido para hacer campanas en tiempos de paz. No es sorprendente, por lo tanto, que los ejemplares más grandes de ambos compartan espacio en el Kremlin de Moscú, a menos de cien metros el uno del otro.
El Cañón Zar Pushka
El cañón Zar Pushka es un cañón gigante de 40 toneladas con un calibre de 890 mm, siendo considerado el cañón más grande del mundo. Fue construido en 1586 por el artesano maestro del bronce Andrei Chekov a instancias del zar Teodoro I, hijo de Iván el Terrible. Por desgracia, el cañón era demasiado grande como para tener cualquier propósito práctico como era el básico de disparar una bala de cañón. Durante mucho tiempo, se pensó que el cañón nunca fue utilizado, pero a finales del siglo XX, un estudio reveló que habría sido disparado al menos una vez, habiendo sido posiblemente metralla en lugar de una bala de cañón.
El Cañón Zar Pushka. Imagen superior: Jorge Láscar/Flickr
Imagen: e_chaya/Flickr
Tal vez, el cañón Tsar Pushka fue construido principalmente como una demostración de poder en lugar de para uso militar real. En aquellos días, los cañones rusos tenían una reputación como unos de los mejores del mundo. Se idearon modelos de armas nunca vistos en Occidente. Por ejemplo, los armeros rusos fueron los primeros en añadir ranuras en las paredes interiores de los barriles mucho antes que el espiral estriado apareciera en el siglo 19. El ejército ruso mantuvo también uno de los mayores arsenales de artillería en Europa.
Imagen: Dennis Jarvis/Flickr
El cañón Zar Pushka originalmente se situó en la Plaza Roja durante más de un siglo, pero posteriormente se trasladó al Kremlin. Hoy en día, varias balas de gran tamaño se sitúan frente a la plataforma sobre la que se exhibe.
La Campana Zar Kolokol
No muy lejos del gigantesco cañón se encuentra la campana Zar Kolokol. Tiene 6 metros de alto y 6,6 metros de diámetro, pesando casi 202 toneladas. Su superficie está decorada con imágenes en relieve de ángeles barrocos e imágenes de tamaño natural de la emperatriz Ana y el zar Aleksey. Al igual que el cañón, la campana nunca fue utilizada. Su construcción estuvo marcada por una serie de infortunios que causaron su rotura o quema cada vez que se intentaba completar.
Imagen: Jorge Láscar/Flickr
La campana original era pequeña comparada con la que se encuentra actualmente en el Kremlin de Moscú, aunque eso sí, ya por aquel entonces llegó a pesar 18.000 kg. La campana cayó al suelo en un incendio y se rompió en pedazos. La segunda campana se construyó fundiendo los restos de la antigua campana, llegando a un peso de 100.000 kg. Esta campana también fue destruida en un incendio antes de que se completara. La tercera encarnación de la campana fue aún mayor, pesando dos veces más que la anterior.
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Para construir una campana de tal magnitud sin precedentes, un gran pozo fue excavado muy cerca de donde el campanario se encuentra actualmente. Después de dos años de fundición y de haber completado la campana, tuvo lugar otro incendio. Ante el temor de que las llamas dañasen la campana, los guardias arrojaron agua fría sobre ella, haciendo que el metal caliente se agrietase y una enorme losa de más de 10 toneladas cayera.
La campana se situó de nuevo en el pozo de moldeo, en el que se mantuvo durante casi un siglo. Finalmente se levantó en 1836 y fue colocada en un pedestal.
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