El zoológico inmersivo Bioparc Valencia
Bioparc Valencia es un parque zoológico español situado en la ciudad de Valencia, en el Parque de Cabecera, en el Jardín del Turia. Sustituyó al antiguo Zoo de Viveros de Valencia cerrado el 31 de julio de 2007, y se inauguró el 27 de febrero de 2008.
Su diseño oculta o disimula las barreras entre el público y los animales (jaulas, verjas, etc.) dando la sensación de que el visitante se adentra en el hábitat del animal.
En su primera fase cuenta con 100.000 metros cuadrados de superficie, donde se recrea los hábitats de África, con capacidad para albergar a más de 4.000 animales de 250 especies diferentes del continente africano (La sabana seca, la sabana húmeda, los bosques del África ecuatorial y la isla de Madagascar) en grandes espacios que reproducen el hábitat de cada animal. Las instalaciones cuentan con vegetación original de cada área, vegetación local y reproducciones o réplicas tales como grandes rocas, cuevas o baobabs gigantes. En el anfiteatro al aire libre situado en el centro del parque, con capacidad para 1.000 personas, se realizan espectáculos con aves y mamíferos.
Imagen superior: Bioparc Valencia
El miedo es una emoción que muchos visitantes experimentan al visitar este zoológico. La ilusión de cercanía y el peligro es tan real que vas ha tener un pico de adrenalina durante los encuentros cercanos de riesgo.
Otro aspecto interesante del parque es que, a diferencia de otros zoológicos, donde las diferentes especies se mantienen separadas entre sí, los animales en el Bioparc de Valencia se les permite convivir en las mismas áreas, tal como lo harían en la selva. Por lo tanto, por ejemplo, podrás ver los gorilas comparten su espacio con los monos o emúes que están junto a las cebras. Las especies que naturalmente y de manera pacífica residen juntos en la naturaleza se colocan juntos, mientras que otras especies tranquilas, como los lémures, por ejemplo, son libres de estar con los seres humanos frente a frente, sin ningún tipo de barrera. Otros obstáculos son simplemente ocultos para dar a los visitantes la sensación de estar en el medio silvestre.
