El Cementerio de Cristóbal Colón | Cuba
Conocido oficialmente como Necrópolis de Cristóbal Colón, este cementerio fue establecido en el año 1876 y recibió su nombre en honor al propio Cristóbal Colón, y fue diseñado por un arquitecto gallego educado en Madrid que responde al nombre de Calixto Arellano de Loira y Cardoso. Construido alrededor de una capilla central que fue modelada libremente después de la Catedral de Florencia (también conocida como “Il Duomo”), la Necrópolis de Cristóbal Colón cubre aproximadamente 60 hectáreas y se presenta en forma de cuadrícula con avenidas centrales principales y calles laterales más pequeñas.
Según lo planeado por Calixto, el diseño organiza a los ocupantes del cementerio de acuerdo con su rango y estatus social. Así, la gente rica ocupa lugares prominentes en las vías principales, mientras que los individuos más humildes (como los condenados y víctimas de epidemias) son relegados a los “suburbios” del cementerio.
Imagen superior: lahabana.com
El cementerio de Colón contiene más de 500 mausoleos principales, capillas y bóvedas familiares, con estilos que van del renacimiento al neoclásico y al art decó. Además de los innumerables ejemplos deslumbrantes de arquitectura funeraria, la Necrópolis de Cristóbal Colón incluye un monumento conmemorativo de 75 pies (22 metros) de altura en honor a los bomberos que murieron en un desastroso incendio en la ciudad en 1890. Adicionalmente, también se puede ver un mausoleo para diversas organizaciones comerciales y profesionales, monumentos especiales dedicados a dos jugadores de béisbol, a un campeón de ajedrez (en forma de una pieza de rey blanco) y a un jugador de dominó (con forma de ficha de dominó doble-tres).
La Necrópolis de Cristóbal Colón es, entre otros, el lugar de entierro de un notable número de poetas, cineastas y músicos, incluido Ibrahim Ferrer Planas. También se pueden encontrar aquí tumbas y capillas abandonadas y sin mantenimiento de familias que ahora viven en el exilio.
El primer ocupante del cementerio de Colón fue el propio arquitecto Calixto, quien murió antes de que el proyecto estuviese terminado. Actualmente, el cementerio alberga más de 800.000 tumbas y cuenta ya con más de un millón de entierros. Esto, por supuesto, significa que el espacio para este cementerio se “recicla”, por lo que los restos se eliminan después de tres años para guardarlos en urnas a fin de dejar espacio para nuevos entierros.
