Gotokuji, el templo de los gatos de cerámica | Japón
Muchas tiendas japonesas, restaurantes y otros negocios mantienen gatos japoneses con una pata levantada cerca de sus entradas. Se trata de figuras comunes de Japón (un amuleto de la suerte) llamado Maneki Neko, que significa literalmente “tentar al gato”, y se cree que trae buena suerte y dinero para el propietario que los ostente.
Por lo general, está hecho de cerámica o plástico, representando a un gato con una pata vertical haciendo señas a la gente que acuda hacia él. Hoy en día estas figurillas son cada vez más populares entre los comerciantes de otros países asiáticos, y es que el Maneki Neko cada día trasciende más fronteras, tanto físicas como religiosas, aunque hay que decir que su lugar original siempre sera en Gotokuji, un templo en Setagaya, en Tokio.
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El templo de Gotokuji está ubicado en una zona residencial relativamente tranquila en los suburbios de Tokio. El templo es pequeño en comparación con otros que se encuentra a su alrededor, pero se dice que es realmente hermoso gracias a sus arces japoneses, gingkos, cerezos… En una esquina del templo hay una pequeña zona con estantes dedicados a apilar tantos gatos Maneki Neko como sean posibles.
Hay varias leyendas sobre el origen de estos encantadores gatos, pero la historia más ampliamente conocida se remontado al período Edo. La historia cuenta que un señor rico feudal de Hikone (una ciudad en la actual Prefectura de Shiga), estaba tomando refugio bajo un árbol cerca del templo de Gotokuji durante una tormenta eléctrica. El señor vio al gato del sacerdote haciendo señas para que acudiese hacia él y siguió estas indicaciones. Momentos después, el árbol fue alcanzado por un rayo.
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El señor fue tan agradecido al gato que hizo una gran donación al templo. Cuando el gato murió, el primer Maneki Neko se supone que se hizo en su honor. Conforme pasó el tiempo, la gente comenzó a ofrecer Manekis Nekos al templo en señal de gratitud cuando sus deseos se hicieron realidad.
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