El viejo molino de Vernon | Francia
El viejo molino (Le Vieux-Moulin, en francés) en la comuna de Vernon, en el norte de Francia, es un molino de harina del siglo XVI, construido en la parte superior de un antiguo puente que una vez se extendió por el río Sena. Originalmente, el puente tenía cinco molinos de maíz, el cual se cultivaba en la cercana meseta de Vexin. Las partes inferiores de los molinos estaban equipadas con una rueda hidráulica que podían elevarse o bajar en función del nivel del agua. Al día de hoy, poco quedan de aquellos molinos, apenas algunos rastros de las antiguas estructuras, como la del “Le Vieux-Moulin”, el último de los molinos que se construyó, y que se encuentra en la orilla derecha del río Sena.
Imagen superior: Shellorz
El puente de piedra sobre el que se establece al día de hoy el molino, fue construido en el siglo XII por el rey Felipe II, también conocido como Philippe Auguste, para poder mover sus tropas fácilmente por él. El rey Felipe estaba en guerra con el rey inglés, Ricardo I, que reinó sobre la mitad occidental de Francia. El puente se encontraba flanqueado por cuatro torres de 20 metros de altura, y rodeado por un foso, además de contar con una estructura de puente levadizo de madera.
Por suerte para la gente de la ciudad de Vernon, antes de que la pequeña fortaleza pudiera verse involucrada en una guerra, el distrito se mantuvo sin conflictos por un siglo y medio. Después de haber perdido su importancia militar, el rey Felipe vendió los derechos del puente para establecer molinos de agua y puestos de pesca. Pronto, cinco molinos fueron construidos, dos en la orilla derecha, incluyendo el que se puede ver hoy en día, y tres en el otro lado.
Sin embargo, ni las autoridades locales ni la familia real se encargaron de la tarea de mantenimiento del puente. En 1651, las inundaciones barrieron varios de los pilares, destruyendo algunos arcos de apoyo, lo que hizo del puente algo inútil. En lugar de repararlo, se pusieron en servicio transbordadores para transportar personas a través del río. Vernon no consiguió otro puente hasta más de doscientos años después, en 1860, cuando un nuevo puente de piedra fue construido unas pocas decenas de metros aguas arriba. Diez años más tarde fue volado en pedazos durante la guerra franco-prusiana, y fue reconstruido inmediatamente y de nuevo destruido durante la Segunda Guerra Mundial.
El viejo molino también fue dañado por los bombardeos de 1940 y 1944, cuando quedó al borde de caer al río Sena, algo que se evitó cuando la ciudad de Vernon llevó a cabo su rescate. Actualmente, el viejo molino se ha restaurado y es un símbolo de Vernon.
